Buenos días de lunes. Hoy cuando ha sonado el despertador hubiera querido darme la vuelta y seguir durmiendo, por lo menos, hasta el viernes. Tengo una semana por delante agobiante en la que sé que no voy a tener tiempo ni de respirar. Así que no quería dejar pasar hoy la oportunidad de compartir con vosotros esta reseña. Turno de Un mundo feliz de Aldous Huxley.
Un mundo feliz es un clásico de la literatura del siglo XX, una sombría metáfora sobre el futuro. La novela describe un mundo en el que finalmente se han cumplido los peores vaticinios: triunfan los dioses del consumo y la comodidad, y el orbe se organiza en diez zonas en apariencia seguras y estables. Sin embargo, este mundo ha sacrificado valores humanos esenciales, y sus habitantes son procreados in vitro a imagen y semejanza de una cadena de montaje.
Más de cien años hace que se publicó este libro y mientras lo leía no tenía esa sensación, al contrario. Parecía que este libro era de reciente publicación, por lo que cuenta, por la capacidad de hacernos pensar que tiene pero vayamos por partes.
En primer lugar hay que saber que esta es una novela distópica publicada por primera vez en 1932. Y en ella se relata cómo una sociedad es enseñada a reproducir, tanto tecnología como cultivos o las propias personas. Además, todas sus acciones están inducidas por el soma, una droga que puede cambiar sus hábitos, costumbres y hasta pensamientos.
Así pues, a través de varios personajes vamos a ir descubriendo cómo están diferenciados por clases donde cada uno sabe lo que debe hacer y cuál es su lugar en una sociedad donde no hay gente pobre ni guerra. Son felices. Deberían serlo pero…¡Siempre hay un pero! Y es que ser feliz en este mundo es posible gracias a que se han eliminado bastantes cosas como la misma literatura, la familia, sí la familia, la cultura y hasta el amor. ¿Se puede ser realmente feliz así?
Por tanto estamos ante una sociedad dividida por inteligencia, de los Alpha a los Epsilon, regulada por el poder y con una carácter muy tecnológico, teniendo en cuenta el momento en el que se escribió la novela.
Son muchos los pensamientos que se han ido sucediendo mientras leía este libro. Es imposible que, aunque manteniendo las distancias, se vea algún reflejo con la realidad de hoy en día. Ese paralelismo, imagino que no intencionado del autor, me ha gustado y asustado a partes iguales y me ha dejado algo rondándome la cabeza. Esa frase tan famosa de Juan Ramón Jiménez que decía que si te dan un papel pautado, hay que darle la vuelta y escribir por detrás.
Pues eso, tanto en la realidad donde está escrita esta novela, que no lo he dicho pero me ha gustado un montón, como en la actualidad hay que preguntarse las cosas, ser curioso y poner en duda todo lo que te cuentan. Quizás eso fue lo más valioso que aprendí estudiando Periodismo.
En definitiva, Aldous Huxley (1894-1963), fue novelista y crítico. Tras colaborar de joven en la revista Athenaeum, se entregó al desarrollo de su propia escritura. Huxley se consagró como escritor con sátiras de la Inglaterra literaria e intelectual. Su visión sobre el futuro de la tecnología halló su máxima expresión en Un mundo feliz (1932). También abordó en su producción literaria la poesía y la dramaturgia, encontrando en el misticismo una vía alternativa a la cultura occidental.
Os recomiendo, sin lugar a dudas, Un mundo feliz de Aldous Huxley. Me sorprende a mi misma como las distopías, un género que pensaba que no me iba a gustar, se está ganando un hueco en mis estanterías.
¿Lo habéis leído?
Editor: DeBolsillo
Fecha de publicación: 2017
Colección: Narrativa Extranjera
Nº de páginas: 256 págs.
ISBN: 9788497594257
Precio: 9,95€
10 Comments
Pues con este ahora mismo no me animo, la verdad. Estoy de un delicado que tela marinera, jajaja.
Besos
Vale, te lo dejo pasar jaja
Uno de mis eternos pendientes, a ver si me animo con él…
Besos
Deberías porque te va a gustar 🙂
Es de esos clásicos que lleva en mi lista de pendientes desde hace mil. Y tu reseña me anima a ponerme con su lectura. A ver si lo hago pronto.
Besotes!!!
Venga, haz como yo y anímate
A mí una distopía, de vez en cuando, me gusta. Esta la leí hace muchísimos años y la disfruté.
Besos.
Pues entonces estamos en el mismo equipo 😀
Hola. Sobrevivirás, seguro. Respecto al libro aún no he cambiado de opinión respecto a las distopías, siguen sin gustarme porque pintan mal la cosa. En este caso además creo que hay que andar bastante despierto durante la lectura, y no es mi caso. Esta vez me rebelo.
Besos y ánimo.
Jajaj 🙂