Buenos días 🙂 Tengo por delante unos días de descanso y no puedo tener más ganas de desconectar y recargar pilas sin hacer absolutamente nada. Mi preocupación máxima será salir a la calle y comprobar si hace demasiado viento, o no, para ir a la playa a leer. Imaginaos. Y para esos momentos he seleccionado una lectura que me apetece mucho.
Nueva lectura con Pan de limón con semillas de amapolas de Cristina Campos
Al abrir el antiguo horno de leña el olor a pan recién hecho acarició el alma de Marina. Cerró los ojos, inspiró lentamente. Olor de infancia. Olor a hogar.
Durante el invierno de 2010, en un pequeño pueblo del interior de Mallorca, Anna y Marina se reencuentran, después de quince años sin verse, para vender un molino y una panadería que han heredado de una desconocida. Son dos hermanas con trayectorias muy diferentes. Anna, de vida acomodada, apenas ha salido de la isla y sigue casada con un hombre al que ya no ama. Marina trabaja en el tercer mundo como médico para una ONG. Contra todo pronóstico, Marina decide quedarse con la panadería y averiguar quién era Lola Molí. En su búsqueda, descubrirá secretos que marcaron la relación con su familia; aprenderá el oficio del pan y se acercará a la verdadera Anna. Juntas, quizá, logren recuperar los años perdidos, enfrentar sus fantasmas y tomar las riendas de sus propias vidas.
¿Lo habéis leído vosotros?
Leave A Reply