Buenos días 🙂 ¿Qué tal ha ido el fin de semana? Espero que hayáis podido leer y descansar un poco. Yo he dedicado mi finde a eso y a pasear. Qué me gusta dar largos paseos sin rumbo fijo. También he leído bastante y ya os hablaré de una lectura en concreto. Hoy es el turno de otro libro, una novela que me ha gustado mucho. Os hablo de Madame Bovary de
Gustave Flaubert está considerado uno de los grandes escritores del siglo XIX. Perfeccionista y obsesivo, consagraba jornadas enteras de escritura a la búsqueda de la palabra justa. La vida de Flaubert se desarrolló en una época de profundos cambios sociales, y ello se refleja en la más célebre de sus obras, ¨Madame Bovary¨. Objeto de escándalo en su momento, la novela hubo de sortear la censura del régimen de Napoleón III y sentó las bases del realismo literario. Emma Bovary representa la rebelión contra el encorsetamiento que impone la opresiva sociedad burguesa de la Francia rural decimonónica y su profunda insatisfacción vital. Emma huye de un matrimonio infeliz, pero también de un mundo que no está hecho a su medida, de una época que no es la suya.
A mi los clásicos me dan respeto, ya lo sabéis. Pero también es cierto que una vez que me animo a leerlos, los disfruto como una niña pequeña. Eso me ha pasado con este libro que, a priori, no me apetecía demasiado y que ahora, sin embargo, me parece una lectura que todo el mundo debería leer.
Seguramente ya seáis muchos los que os habéis acercado a esta novela donde Emma Bovary es la absoluta protagonista, un libro que, como os he señalado en la sinopsis, fue todo un escándalo en su época y hasta quisieron censurar. Y me viene a la mente esta frase de que si quieren prohibir un libro, entonces es que hay que leerlo.
Pero la novela empieza un poco antes de conocer a Emma. Primero entramos en contacto con Charles Bovary, un joven al que su familia obliga a casarse con una señora viuda pero rica. El matrimonio no sale como se esperaba y a la muerte de su esposa, Charles se enamora de una joven. Ella es Emma. Joven, despierta, alegre, jovial, el joven Charles cae rendido a sus encantos y se casan. Por su parte, Emma está feliz. Tiene un esposo, dinero y una buena casa. ¿Qué más se puede pedir? Pues imaginaos, para la recién estrenada Madame Bovary eso no va a ser suficiente.
Y es cuando empieza precisamente la historia. La de amor, desamor y, permitidme que os diga, la de caprichos. Porque si algo me ha parecido Emma es caprichosa. Estos caprichos le llevarán al adulterio, a provocar más de un problema en su matrimonio, a generar desgaste económico en la familia…Quizás es que Emma es demasiado romántica y tiene idealizado el concepto del amor pero lo cierto es que en más de una ocasión he pensado: ¿Pero ahora qué haces Emma?
Aunque os estoy hablando del matrimonio Bovary, hay otros muchos personajes perfectamente descritos a lo largo del libro. Tenemos a León, por ejemplo, a Rodolphe, a Monsiue Homais o a Justin, entre otros muchos.
La ambientación también me ha gustado mucho. Como se pasa del romanticismo más rosa a la cruda realidad en apenas unos párrafos, por ejemplo. Aunque es cierto que algunas descripciones se me han hecho algo largas.
Las ilustraciones de Mónica Barengo le dan todavía más intensidad a la historia, a esta Emma libre y ambiciosa que se ha topado con una vida que no era la que ella quería, o soñaba.
Por mi parte, ya veis que he disfrutado bastante de Madame Bovary de Gustave Flaubert, un libro que se editó por primera vez en 1856 y que aúna sexo, traición, amor, misterio, adulterio…y que os animo fervientemente a descubrir. Yo ya tengo la mente puesta en el siguiente clásico. ¿Crimen y castigo o Cumbres borrascosas? Admito sugerencias.
Feliz lunes
Editor: Alma Clásicos Ilustrados
Fecha de publicación: 2021
Colección: Narrativa Extranjera
Nº de páginas: 392 págs.
ISBN: 9788418395161
Precio: 16,95€
2 Comments
Lo leí hace años y me encantó. Tus dos alternativas también las he leído y lo tengo claro: Cumbres borrascosas. Que de hecho es una de las pocas novelas que he leído en dos ocasiones, una siendo adolescente y otra ya adulta, y ambas lecturas fueron fantásticas.
Besos.
Oh, pues voy a por ella 🙂