Las catedrales del cielo de Michel Moutot
¡Buenos días! Por Navidad y Reyes en casa siempre nos regalamos libros. Es algo que nunca falta. A todos, bueno casi, nos gusta leer así que no se me ocurre mejor detalle para esas fechas. Una de las novelas que compré para regalar es la protagonista de la reseña de hoy. Un libro que mi padre ya ha disfrutado y sobre el que hemos podido conversar. Estas son mis impresiones sobre Las catedrales del cielo de Michel Moutot.
Un viaje extraordinario y épico por tres generaciones de una estirpe de obreros sin vértigo que construyeron auténticas catedrales de acero.Nueva York, 11 de septiembre de 2001. John LaLiberté, un indio mohawk y trabajador del acero como sus antepasados, acaba de presenciar el derrumbe de las Torres Gemelas y, soplete en mano, penetra como voluntario en ese infierno de la Zona Cero cortando las vigas en búsqueda de supervivientes. La historia de su familia está ligada a la silueta urbana de Nueva York ya que su propio padre participó en la construcción de esas mismas Torres.
Me ha gustado tanto esta novela que no sé ni por dónde empezar. La novela arranca en un rascacielo en el que está trabajando John LaLiberté. Allí, en la altura de un edificio del sur de Manhattan, ve como una gran nube negra sale de una de las Torres Gemelas. Todavía no saben qué ha pasado pero no tardarán en enterarse: un atentado terrorista brutal impactará a todo el mundo y creará una situación sin precedentes en Nueva York.
Él es un indios mohawk, como lo fue su padre y su abuelo. Ellos trabajan el acero, construyen rascacielos pero, también, ayudan a desmontarlos. Por desgracia, eso es lo que tendrá que hacer John, al que todos llaman Cat. No se puede explicar cómo el autor transmite todo ese ambiente. El miedo, el polvo, la impotencia, el dolor…consecuencia de todo lo que ha sucedido.
La novela se sustenta también en dos historias del pasado. En la misma Nueva York, en 1968, Jack LaLiberté, padre de Cat, trabaja con otros muchos indios mohawks en la construcción de las Torres Gemelas. Ilusión y mucho trabajo mueven a todos los obreros que poco a poco van dando forma a los edificios más altos de toda la ciudad.
La otra historia la protagoniza Manish LaLiberté. Ponemos la vista en el siglo XIX y en Canadá donde muchos indios de la tribu de los mohawk son unos verdaderos expertos en la construcción de puentes. Los tres, abuelo, hijo y nieto, son sólo un ejemplo de cómo los soldadores fueron tremendamente importantes en la construcción de edificios que aún hoy podemos contemplar.
Con todo, la novela se lee muy bien y transmite mucho aunque, a mi me ha parecido bien, el estilo está más cerca de ser un reportaje que una novela. En cualquier caso, novela o reportaje, la historia es brutal y muy curiosa y permite acercarnos, desde otra perspectiva, a ese 11 de septiembre de 2001. Y ya os digo, está contada desde un punto intermedio que permite no hacernos caer en dramas, más allá de la propia tragedia, y avanzar en una historia tremendamente interesante.
Del autor de esta novela, Michel Moutot (Narbona, 1961) os puedo contar que es periodista de la Agencia France Presse (AFP). Corresponsal en Nueva York en 2001, recibió el premio Louis Hachette por su cobertura de los atentados del 11-S. En 1999 fue galardonado con el premio Albert Londres, el más prestigioso de la prensa francesa, por su trabajo sobre la guerra de Kosovo. Corresponsal en Lyon, Beirut, Nairobi y Nueva York ha cubierto una quincena de conflictos, entre los que se incluyen la guerra del Golfo y la de la ex Yugoslavia. En la actualidad trabaja como reportero especializado en cuestiones de terrorismo internacional en la sede de la AFP de París. Con Las catedrales del cielo, su primera novela, Moutot ha sido galardonado con el Premio de los lectores a la mejor novela de Points 2016, el Premio Gironde Nouvelles écritures 2015 y el Premio Cinélect 2016.
En resumen, Las catedrales del cielo de Michel Moutot es una novela que me ha gustado mucho. Lo cierto es que me ha sorprendido para bien, debo reconocerlo. Es un libro que sorprende porque, a pesar de contar un episodio conocido por todos como es el derrumbe de las Torres Gemelas, consigue poner la piel de gallina al lector. Y lo hacer sin datos o escenas escabrosas sino a través de la mirada de todas esas personas que ayudaron en las labores de socorro y en los trabajos posteriores.
Porque sí, los rascacielos son verdaderas catedrales del cielo y, estoy segura, de que las Torres Gemelas debieron de serlo. Este libro cuenta, de manera novelada, cómo un puñado de hombres construyó el que fue, durante mucho tiempo, el símbolo de Nueva York.
Ya os digo, merece mucho la pena leer este libro. Estoy segura de que os gustará.
Editor: Grijalbo
Fecha de publicación: 2018
Colección: Narrativa Extranjera
Nº de páginas: 400 págs.
ISBN: 9788425356018
Precio: 19,90€
18 Comments
No es un libro en el que me haya fijado, pero al leerte, claro, me siento tentada, jeje. Un besote.
Besotes amiga 😉
Lo tenía un poco descartado porque había visto opiniones reguleras, ahora tú me tiendas! Madre mía…así no hay quien pueda quitarse pendientes jajaja
Besitos
A mi me ha gustado mucho 🙂
Me alegra que lo hayas disfrutado, pero esta vez no me lo llevo, que no termino de verlo claro.
Besotes!!!
Bueno, si te animas ¡me cuentas!
Después de darle en su día muchas vueltas no terminé de animarme y ahora, pese a tu buena opinión, creo que se pasó el momento. Besos.
Bueno, si alguna vez te animas, ¡me cuentas!
Esta vez no coincidimos, yo no terminé de leerlo.
Besos.
¡No me digas!
Yo me voy a esperar, que ahora mismo no me apetece volver al drama. Ya sé que no se centra en eso ni busca retorcerle el corazón al lector pero solo el recuerdo ya te deja cierta congoja. De hecho me lo apunto porque me llaman mucho las otras dos historias.
Besos
No retuerce nada pero drama, pues hay porque el momento es el que es
No me importaría leerlo, lo tengo apuntado desde que lo vi la primera vez aunque aún no me he animado.
Besos
Pues estoy segura de que te gustará 🙂
Cuando se publicó estuve muy tentada de hacerme con él. Más tarde leí algunas reseña negativas y acabé dejándolo pasar.
Un beso 😉
¿Negativas? Jo, pues a mi me ha gustado mucho
Aunque no tiene mala pinta, esta vez no la veo para mí.
Besos
Vaya, yo lo he disfrutado mucho