La desaparición de Stephanie Mailer de Jöel Dicker

Rara vez hago lo de hoy. Empecé a leer este libro el jueves pasado, lo terminé el domingo por la noche y hoy miércoles vais a leer mi reseña en el blog. Habitualmente dejo pasar más días para redactar la opinión de un libro que acabo de leer. Oxigenar lo llamo yo. En cualquier caso hoy me salto mis propias reglas y no precisamente porque no tenga reseñas en al horno ¡Qué va! Pero es que me apetece hablaros de esta novela, así de simple. Turno de La desaparición de Stephanie Mailer de Jöel Dicker.

La noche del 30 de julio de 1994 la apacible población de Orphea, en los Hamptons, asiste a la gran apertura del festival de teatro. Pero el alcalde se retrasa… Mientras tanto, Samuel Paladin recorre las calles vacías buscando a su mujer, hasta hallar su cadáver ante la casa del alcalde. Dentro, toda la familia ha sido asesinada.

A veces voy contracorriente y esta es una de esas ocasiones. He leído los dos libros anteriores del autor: Los últimos días de nuestros padres y La verdad sobre el caso Harry Quebert. Ambas me gustaron así que ya sabía a qué me enfrentaba cuando decidí leer este libro de casi 700 páginas. Y digo lo de contracorriente porque las reseñas que he leído no eran muy entusiastas. Incluso a algunos os ha parecido aburrido. No voy a ser yo quien alabe sin freno esta novela pero sí os diré que me ha gustado. Y he aquí mis razones.

La historia comienza fuerte. Es 1994 y una familia y una chica que salía a correr han sido asesinados en una tranquila localidad cercana a Nueva York. Ahora, en la actualidad, la periodista Stephanie Mailer reabre la investigación del caso que se cerró en su momento. Tiene muchas dudas y cree que algo no encajó en la resolución final. Sin embargo, Stephanie desaparece.

Y hasta aquí os cuento. Pasado y presente se mezclan para entender esta novela que a mi me ha recordado ligeramente al juego de mesa Cluedo. Ese en el que tienes que ir reuniendo pistas mientras muestras con maestría tus cartas para averiguar quién o quiénes son los asesinos.

Sobre los personajes podría hablar eternamente ya que son muchos y, sobre todo al principio, cuesta ubicarlos un poco. Los dos más importantes son Jesse Rosenberg y Derek Scott, dos policías que en 1994 se enfrentaron por primera vez a un caso de asesinato de tanta magnitud. Llevaron la investigación, interrogaron a todo el pueblo y hasta declararon a un culpable pero…¿y si no estaba en lo correcto? Ahora, mucho tiempo después, se tendrán que enfrentar de nuevo a esta investigación. Y, ya os digo, las sorpresas están garantizadas.  

Con capítulos no muy largos, en los que diferentes personajes son los protagonistas, y mezclando pasado y presente vamos avanzando por este rompecabezas de novela que no nos dará tregua hasta el final de sus páginas.

Así que sí, creo que puedo decir que La desaparición de Stephanie Mailer de Jöel Dicker a mi me ha gustado. Es del estilo del autor, por orientaros si ya habéis leído algo de Dicker, y no pasará a la historia de la literatura pero ha cumplido mis expectativas: me ha gustado, me ha entretenido y me ha resultado ameno de leer, a pesar de sus muchas páginas.

Por mi parte os recomiendo sin reservas La desaparición de Stephanie Mailer de Jöel Dicker, una novela con muchos giros, todo un pueblo sospechoso de asesinato y más de una incógnita por resolver.

¿Lo habéis leído? ¿Os gustaría hacerlo?

Editor: Alfaguara

Fecha de publicación: 2018

Colección: Narrativa Extranjera

Nº de páginas: 656 págs.

ISBN: 9788420432472

Precio: 22,90 €