Buenos días de lunes 🙂 Empieza una semana, previa a mis vacaciones, que se me avecina ajetreada en todos los sentidos. Pero tengo la vista puesta en el viernes, la primera escapada del verano y las ganas de desconectar de todo, y de todos. De momento, queda un tirón esta semana que empiezo recomendando lectura. Turno de La biblioteca de París de Janet Skeslien Charles.
París, 1939. La joven Odile Souchet lo tiene todo: un atractivo novio oficial de policía y un trabajo de ensueño en la Biblioteca Americana de París. Pero cuando estalla la guerra y los nazis marchan sobre París, Odile se expone a perder todo lo que le importa, incluida su querida biblioteca. Sabe que en los momentos difíciles los templos de la cultura peligran porque los libros contienen palabras e ideas prohibidas que deben destruirse. Odile no puede permitir que eso suceda: debe salvar esas páginas, de modo que puedan nutrir la mente de quien llegue después. Junto con sus compañeros, se une a la Resistencia y pone el centro a disposición de los judíos: expulsados de sus casas, tras los libros se sienten seguros, y Odile los defenderá cueste lo que cueste.
Amor por los libros. Eso es lo que esta novela irradia por los cuatro costados. Basada en la historia real de los trabajadores de la Biblioteca Americana de París durante la Segunda Guerra Mundial, esta novela cuenta la historia de dicha biblioteca parisina durante el conflicto. A través de Odile nos metemos de lleno entre las estanterías de los libros, la vida de los propios trabajadores o de los principales usuarios de la biblioteca.
Es 1939, París y el mundo están al borde de la guerra pero eso no es impedimento para que Odile luche por su sueño: trabajar en la Biblioteca Americana de París. Sueño que consigue y que le abrirá a un mundo nuevo, no sólo real sino también a través de los libros. El estallido de la guerra lo pone todo patas arribas y junto a Odile vivimos el horror de esos momentos. Eso, quizás la poca conexión que he sentido con ese trasfondo de la guerra, es lo que menos me ha gustado del libro. No es una novela histórica, ni bélica pero esperaba que algunos pasajes relacionados con la guerra me impactasen o emocionasen. No ha sido así.
Por lo demás, La biblioteca de París de Janet Skeslien Charles viaja entre dos mundo temporales donde Odile es la protagonista indiscutible pero en los que está acompañada por un elenco de personajes que estoy segura os van a gustar.
Escritora, profesora y bibliotecaria estadounidense, Janet Skeslien Charles nació en la ciudad de Conrad, Montana, el 8 de mayo de 1971. Tras finalizar sus estudios, viajó a Odessa (Ucrania) para dar clases de inglés dentro de un programa de P.D. Soros Fellowship for New Americans. En el año 1999 la autora se instaló en París, donde llegó a trabajar para la American Library. La estancia en Ucrania inspiró a Janet Skeslien para escribir su primera novela, Luz de luna en Odessa, una obra de éxito internacional, que se publicó originalmente en 2009 y que ha sido traducida a más de una decena de idiomas. En 2021 vio la luz su segunda novela, La biblioteca de París, que se basó en la historia real de los trabajadores de la Biblioteca Americana de París durante la Segunda Guerra Mundial.
La biblioteca de París de Janet Skeslien Charles es una novela que me ha gustado y que he disfrutado. Un homenaje al templo de los libros, a los lectores fieles, a la cultura y al amor por las letras. Una novela llena de personajes con un aliciente común: el leer como motor de vida, aun habiendo de trasfondo una guerra.
A mi La biblioteca de París de Janet Skeslien Charles me ha convencido ¿Os animaréis con ella?
Editor: Salamandra
Fecha de publicación: 2021
Colección: Narrativa Extranjera
Nº de páginas: 432 págs.
ISBN: 9788418107931
Precio: 20€
6 Comments
Estoy deseando encontrar un hueco para ponerme con ella. Besos.
A por ella. Ojalá te guste
A mí me has convencido por completo. Creo que disfrutaría mucho con esta lectura, así que terminará cayendo.
Besotes!!
Seguro que sí 🙂
Por un lado me atrae esta novela, pero no sé si el segundo hilo temporal terminaría de convencerme.
Besos.
Le falta algo pero me ha gustado