Buenos días 🙂 Lunes festivo, de remolonear un poco más en la cama y pasar el día leyendo. Qué me gusta y qué necesarios son estos días, ¿verdad? Mañana la jornada se presenta apretada de cosas que hacer así que mientras selecciono mi primera lectura de noviembre, os voy a contar mis impresiones sobre un libro que he leído recientemente. Turno de El hijo del padre de Víctor del Árbol.
¿Quién es Diego Martín? Ni siquiera él lo sabe. Un padre de familia, un esposo, un respetable profesor universitario. Uno de los hijos de la inmigración de la España rural a la España industrial en los años sesenta. Alguien que se ha hecho a sí mismo renunciando a sus orígenes, a sus raíces. Y a la vez alguien incapaz de liberarse de ese pasado, de la sombra de su padre, del enfrentamiento ancestral entre la familia Patriota y la suya. Un hombre que se está convirtiendo en aquello que más odia. El detonante es Martin Pearce, un seductor enfermero que cuida de su hermana Liria, ingresada desde hace años en un centro psiquiátrico. Martin, que de entrada parece un chico sensible, refinado y cautivado por la belleza, esconde otra cara que Diego descubrirá de la peor manera posible.
Nuevo libro que leo de Víctor del Árbol y de nuevo termino la lectura con la sensación de que es un mago de las palabras. Eso sí, como es habitual en él, sales del libro roto. Qué historias tan terribles nos cuenta. Pero vamos por partes. En primer lugar debéis de saber que el protagonista de este libro es Diego Martín. Ahora es un padre de familia y profesor universitario de renombre pero la vida de Diego nunca ha sido fácil y, en mi opinión, sigue sin serlo. Salió de su pueblo extremeño y no ha vuelto. Reniega de su familia y sus orígenes. De todos menos de Liria. Ella es su hermana y, por lo que sabemos al principio de la novela, un vínculo único le une a ella.
Eso sí, Liria se encuentra internada en un psiquiátrico debido a un episodio del pasado. Allí recibe sólo la visita de Diego, de nadie más de la familia, y en ese lugar es donde también Diego conocerá a Martín Pearce. El encantador enfermero de Liria pero que será el detonante de que la vida de nuestro protagonista cambie para siempre.
Con todos estos elementos, el autor construye una novela sólida donde mezcla pasado y presente. Pasado para entender qué es de la familia de Diego, quiénes eran sus padres y abuelos, cómo fue su infancia y qué pasó con su hermana. Y presente, ese en el que Diego nos caerá mal. A mi, personalmente, me ha parecido una persona deleznable, con muchas sombras y cuyo final…pues no me ha sorprendido.
Así, Víctor del Árbol hace una radiografía y descripción brutal de sus personajes que, como es habitual en las novelas del autor, viven situaciones oscuras, llenas de problemas, de miedos, de tensión…Son personajes psicológicamente difíciles y eso es algo que el autor sabe crear a la perfección.
La familia, la memoria, la despoblación, la guerra…también son temas que se tocan en esta novela y ya os digo, no saldréis igual que entráis en este libro. Es imposible.
Autor español, Víctor del Árbol estudió Historia en la Universidad de Barcelona y trabajó diez años para el cuerpo de los Mossos d’Esquadra, dependientes de la Generalitat de Catalunya. Traducido a más de diez idiomas, Víctor del Árbol tiene en su haber una coral obra donde destacan Respirar por la herida, Un millón de gotas, La víspera de casi todo y La tristeza del samurái, entre otras.
Como siempre, Víctor del Árbol ha conseguido crear una novela sólida, llena de momentos que encogen el corazón y con una historia cruda que te mantiene en tensión durante todo el libro. Lo he leído todo de este autor y, aún así, sigue sorprendiéndome novela tras novela. No dejéis de leerle. No dejéis de disfrutarle.
¿Os animáis?
Editor: Destino
Fecha de publicación: 2021
Colección: Narrativa Española
Nº de páginas: 416 págs.
ISBN: 9788423359165
Precio: 20,90€
4 Comments
Totalmente de acuerdo con tus impresiones. Otra gran novela de este gran autor.
Besos.
La verdad es que sí, ¡no falla nunca!
Lo tengo en mi lista de pendientes y con tu reseña sube puestos. Se nota que lo has disfrutado un montón y que te ha dolido de igual manera.
Besotes!!!
Mucho,mucho