Buenos días 🙂 Feliz lunes. Empieza una nueva semana cargada de trabajo y temas pendientes, pero estoy sacando ratos para ir escribir las reseñas que tengo atrasadas. Paciencia que saldrán. Como la de hoy, que protagoniza un libro que me enfadó, me entristeció y me produjo impotencia. Os vengo a recomendar El consentimiento de Vanessa Springora.
Con trece años, Vanessa Springora conoce a Gabriel Matzneff, un apasionado escritor treinta y seis años mayor que ella, tras cuyo prestigio y carisma se esconde un depredador. Después de un meticuloso cortejo, la adolescente se entrega a él en cuerpo y alma, cegada por el amor e ignorante de que sus relaciones con menores llevan años nutriendo su producción literaria. Más de treinta años después de los hechos, Springora narra de forma lúcida y fulgurante esta historia de amor y perversión, y la ambigüedad de su propio consentimiento.
A través de una prosa directa, casi quirúrgica, Springora no solo comparte su experiencia personal, sino que lanza una denuncia contundente al sistema que permitió y, en muchos casos, aplaudió el comportamiento de Matzneff. Hablo de un sistema literario que, escudado en la idea de libertad creativa y transgresión, no solo ignoró las señales de abuso, sino que también ofreció un altavoz al agresor. Esta complicidad cultural y social es una de las críticas más devastadoras del libro.
La autora aborda también la ambigüedad de su propio consentimiento, un concepto que atraviesa toda la narración. Como lectora, es imposible no sentir la injusticia y la impotencia de una niña atrapada en una relación que ella misma no podía comprender del todo. Pero lo más impactante es la forma en la que Springora analiza las consecuencias de aquel abuso en su vida adulta: el trauma, las heridas invisibles y el largo proceso de reconstrucción personal.
Más allá del relato íntimo, El consentimiento abre un debate imprescindible sobre los límites de la libertad de expresión, el abuso de poder y la responsabilidad colectiva en estos casos. El libro también refleja el poder sanador de la escritura, que Springora utiliza no solo como una forma de desahogo, sino también como una herramienta de justicia y reparación.
No voy a mentir: esta no es una lectura fácil. Es un libro que duele, que remueve y que en ocasiones obliga a detenerse para tomar aire. Pero es, sin duda, una lectura necesaria. El relato de Springora es una llamada de atención para que dejemos de romantizar las relaciones desiguales y cuestionemos aquellos discursos que perpetúan el abuso bajo la máscara del arte o la genialidad.
Vanessa Springora (París, 1972) es editora, escritora y cineasta. Obtuvo un máster en Literatura Moderna por la Universidad de La Sorbona y el título de cineasta por el Instituto Nacional de Audiovisuales de París antes de comenzar a trabajar como asistente editorial en Juillard, sello que dirige desde el año 2019. El consentimiento es su primera novela, que está siendo traducida en veinte idiomas, ha obtenido el Gran Premio de las Lectoras de Elle y el Premio Jean-Jacques Rousseau y ha supuesto un fenómeno social y literario. En 2020 fue declarada «Autora del Año» por la revista literaria Livres Hebdo.
Os lo recomiendo, pero con la advertencia de que puede ser muy duro emocionalmente. Aun así, merece cada página. Porque al final, libros como este son los que nos hacen pensar, los que nos sacuden de nuestra comodidad y nos obligan a mirar de frente una realidad que no siempre queremos ver.
¿Lo habéis leído?
Editor: Lumen
Fecha de publicación: 2020
Colección: Narrativa Extranjera
Nº de páginas: 200 págs.
ISBN: 9788426409270
Precio: 19,90€
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