Buenos días. Es domingo, tengo una boda, mañana trabajo y he madrugado para compartir con vosotros esta reseña. Sé que mañana lunes, cuando la estéis leyendo, no haré más que bostezar y pensar en cuántas horas me quedan para volver a casa a descansar. Esto se llama hacerse mayor, sin duda. Pero bueno, si atendemos a lo que vais a leer a continuación, os voy a compartir la reseña del último libro protagonista del Club de Lectura “Ellas Escriben”. Turno de Primera memoria de Ana María Matute.
Los protagonistas de Primera memoria —Matia, Borja y Manuel— no quieren dejar de ser niños. Son adolescentes al borde del abismo de la edad adulta, con miedo a asomarse pero conscientes de que no tienen alternativa, de que no les queda más remedio que hacerlo. Se les acabó el tiempo. Y el poco que les quedaba lo consume una guerra que acaba de estallar y que se alarga, en la lejanía, y lo ensombrece todo. En aquel largo verano del treinta y seis, y bajo la mirada vigilante de su abuela, ella y su primo Borja, un muchacho de quince años taimado y carismático, desgranan una rutina estival hecha de perezosas lecciones de latín, cigarrillos fumados a escondidas y escapadas en barca a las calas recónditas de la isla. Sus pequeños secretos y maldades, el atisbo de la complejidad del mundo de los mayores tienen en Manuel, el hijo mayor de una familia marginada por todos hacia el que Matia siente un apego que no consigue definir, una caja de resonancia que hace pedazos la frágil alianza de conveniencia de los dos primos
Bueno, vaya por delante que Ana María Matute era una de mis grandes pendientes. Como tantos otros autores y autoras, a veces parece que no encontramos el momento oportuno para acercarnos a sus libros. Así que debo confesar que muchas veces me valgo de la “excusa” de que coordino tres Clubs de Lectura para escoger novelas y autores que siempre quise leer y nunca lo hice.
Ese fue el caso de Ana María Matute a quien he descubierto con su novela Primera memoria, perteneciente a su trilogía El mercader. Con la guerra de fondo, conocemos a los primos Borja y Matia quienes viven en una isla, de la que no se dice el nombre, junto a su abuela y la madre de Borja. Así, en un verano isleño, les conocemos en la que quizás sea la peor etapa por la que nos toca pasar a todos: el paso de niño a adulto. Ambos están bastantes perdidos, necesitan la opinión y el reconocimiento de los demás y, por supuesto, se dejan influenciar unos por otros.
Así pues, les iremos conociendo y entrando en una trama que se desarrolla sin grandes sobresaltos pero con algo en lo que coincidimos todas en el Club: las descripciones. A pesar de casi no darte cuenta de que estás leyendo una descripción tras otra, síntoma de que el libro está perfectamente escrito, lo estás haciendo y, por tanto, te trasladarás a esa playa, a la casa de la abuela, a clase de latín…Vivimos dentro del libro y eso, personalmente, me encanta.
Este libro, primera parte de una trilogía, fue ganador del Premio Nadal en 1959 y, aunque a mi los premios cada día me importan menos, no fue el único que recibió su autora a lo largo de su dilatada carrera como escritora.
Si algo me ha gustado de Ana María Matute es su forma de escribir, de contarnos las historias y de hacernos meter en la trama de la novela. Vives ese verano junto a Matia y Borja y creo que eso es un regalo maravilloso que los grandes escritores, como Ana María, nos hacen a los lectores.
Ana María Matute (Barcelona, 1925-2014) ha cosechado los premios literarios más prestigiosos por su obra, entre la que figuran las novelas Los Abel (finalista del Premio Nadal 1947), Fiesta al Noroeste (Premio Café Gijón 1952), Pequeño teatro (Premio Planeta 1954), Los hijos muertos (Premio de la Crítica 1958 y Premio Nacional de Literatura 1959), Primera memoria (Premio Nadal 1959), Los soldados lloran de noche (Premio Fastenrath de la Real Academia Española 1962), La trampa (1969), La torre vigía (1971), Olvidado Rey Gudú (1996), Aranmanoth (2000), y Paraíso inhabitado (2008). También es autora de cuentos infantiles y de varios libros de relatos, reunidos en el volumen La puerta de la luna (2010). Miembro de la Real Academia Española y de la Hispanic Society of America, en 2007 fue galardonada con el Premio Nacional de las Letras por el conjunto de su obra y, en 2010, con el Premio Cervantes.
En definitiva, que como siempre digo, los Clubs de Lectura aparte de ser un lugar de debate, aprendizaje y divertimento, porque yo me lo paso siempre estupendamente, en mi caso se han convertido en un espacio donde seguir descubriendo nuevos autores y, por supuesto, ir matizando mis gustos literarios.
No me arrepiento de haber tardado tanto en leer a está autora inmortal porque cada vez soy más consciente de que cada autor, libro e historia tienen su momento, y este era el mío para descubrir y disfrutar de Primera memoria de Ana María Matute.
¿Lo habéis leído? ¿Os animáis?
Editor: Austral
Fecha de publicación: 2010
Colección: Narrativa Española
Nº de páginas: 240 págs.
ISBN: 9788423343591
Precio: 9,90 €
Comment
Es que con esta autora se disfruta más por cómo lo cuenta, ¿verdad? Es una maravilla.
Besotes!!!