Buenos días 🙂 ¿Qué tal ha ido el fin de semana? El mío ha estado marcado por el estudio y por el cumpleaños de mi amiga Ro. Vaya sábado tan estupendo pasamos y qué poco he leído este finde. Espero sacar más ratitos estos primeros días de la semana. El último libro que devoré de principio a fin es el protagonista de la reseña de hoy. Turno de Nos crecen los enanos de César Pérez Gellida.
Dos cadáveres han aparecido en un paraje de la provincia de Valladolid. Según la autopsia uno de ellos es el principal sospechoso de unos crímenes acaecidos en la comarca varios años atrás. Este giro de guion pone en alerta a Bittor Balenziaga y Sara Robles, los policías y guardias civiles encargados de aquel caso, sobre todo cuando empiezan a aparecer otros cadáveres por distintos puntos de la geografía nacional. Y todos con el rostro desfigurado tras practicarles la sonrisa de Glasgow.
Vengo a contaros algo que ya sabéis y que yo personalmente he repetido hasta la saciedad. Hay que leer a este autor. Hay que hacerlo sí o sí. Y la razón es clara. Os regala unas horas de pura inteligencia hecha novela negra.
En esta ocasión retomamos la historia casi donde la dejamos en la novela anterior, Astillas en la piel. Bueno, esto no es exacto. Iniciamos la novela con la aparición de dos cadáveres. En Valladolid, un perro ha desenterrado dos cuerpos y, para temor de Bittor Balenziaga y Sara Robles, pronto se sabe que están relacionados con otros casos anteriores. No, no ha dejado de matar. Pero, ¿quién es él? Pronto, aparecen otros cadáveres a lo largo de España y el reloj para atraparle empieza a correr.
Mientras, el lector también tiene acceso a los pensamientos y el relato del propio asesino por lo que siempre vamos a saber quien es. Y eso me ha parecido muy interesante. Como también me ha gustado saber desde el primer momento lo que va a pasar con otro personaje que es el protagonista, la protagonista para ser exactos, de la tercera narración.
Y así se va configurando un relato cargado de muerte, de sangre, de temor, de muerte y de desolación. Porque sí, han pasado varias cosas con los personajes que no me esperaba y eso me ha gustado. Por mucho que haya leído al autor, siempre consigue sorprenderme pero lo que siempre hace César Pérez Gellida es atarme las manos a sus novelas. Me las bebo, literal.
De César Pérez Gellida poco os puedo contar que no sepáis vosotros. Nació en Valladolid en 1974 y es Licenciado en Geografía e Historia por la Universidad de Valladolid. En 2011, decidió dedicarse en exclusiva a su carrera de escritor. Memento mori constituía la primera parte de la trilogía «Versos, canciones y trocitos de carne», que continuó con Dies irae y se cerró con Consummatum est. En 2015 publicó Khimera, su cuarta novela, y en 2016 inició su segunda trilogía, «Refranes, canciones y rastros de sangre», compuesta por las novelas Sarna con gusto, Cuchillo de palo y A grandes males. Posteriormente vinieron más publicaciones siendo Nos crecen los enanos su última novela.
Nos crecen los enanos es un novelón. Un cierre, digo yo que es un cierre espectacular para La suerte del enano y Astillas en la piel. Uno de esos libros, como todos los de César Pérez Gellida, que se pega a las manos, que es imposible de soltar, que es adicción pura. Ya sabéis que me encanta leer a este autor, que disfruto como una enana con sus libros y con este no ha sido menos.
Vuelve a sorprender, vuelve a crear personajes asesinos terribles y vuelve a darnos la droga que a los lectores más nos gusta: una buena historia.
Por supuesto, hay que leer Nos crecen los enanos de César Pérez Gellida. Ni lo dudéis.
Editor: Suma de Letras
Fecha de publicación: 2022
Colección: Narrativa Española
Nº de páginas: 616 págs.
ISBN: 9788491295631
Precio: 19,90€
3 Comments
¡Holi!
No he leído nada de Gellida y eso que tengo varios títulos suyos en casa.
Ya me estáis picando……
A ver si le hago hueco, de verdad, no tengo perdón de Dios.
Besos.
A mí también me ha encantado, es gellidismo en estado puro.
Besos.
No he leído todavía ninguno de esta serie pero es que tenog otros libros del autor pendientes en la estantería, así que tardarán en caer, pese al entusiasmo que rebosa tu reseña.
Besotes!!!