Libros recomendados: lecturas infantiles

¿A qué edad empezasteis a leer? ¿Recordáis con cariño alguna lectura infantil? ¿Creéis que es importante inculcar el hábito de la lectura a los niños desde pequeños? La idea de este post se me ocurrió el pasado día 23, Día del Libro. Si algo he comentado alguna vez es que desde que era bien pequeña mis padres me han inculcado el amor por los libros y la lectura. Por eso, la tradición de regalar libros el 23 de abril es algo que nos tomamos bastante en serio en esta familia. ¿Por qué os cuento todo esto? Básicamente porque soy consciente de la importancia que tienen los padres en la futura vida lectora de los niños y porque me apetece recordar con vosotros cuáles fueron esas lecturas que me marcaron siendo una niña. ¿Me acompañáis en este viaje al pasado?

Rondaba yo los doce años, edad a la que según los expertos ya se puede empezar a hablar de lecturas juveniles, cuando conocí un personaje que vendría para quedarse: Manolito Gafotas. Lo que yo disfruté con sus aventuras, con la Luisa, el imbécil, el Orejones López, el parque del Ahorcado o el abuelo Nicolás es algo que aún hoy me cuesta trabajo explicar. Sin embargo, una cosa está clara y es que conecté al momento con ese niño gordinflón y con gafas y esa estupenda conexión sigue patente hoy en día ya que ¡Mejor Manolo! de Elvira Lindo, su primera aventura para adultos, no pudo gustarme más. Pero, ¿y antes de Manolito Gafotas?

Antes de la llegada de ese simpático personaje a mi vida y de dar el salto a la llamada literatura juvenil, hubo tiempo para conocer otros muchos escritores y libros que me gustaron especialmente en aquella época y que, todavía hoy, guardo con cariño. En este post citaré a algunos de ellos pero es más que posible que me deje a otros tantos en el tintero. No obstante, ¿por dónde empezar? Los primeros recuerdos me llevan hasta las aulas del colegio. Allí, en clase de lectura, se empezó a despertar mi gusanillo lector. No creo que hubiera nadie en mi clase a la que le gustase más ir a la biblioteca y disfrutara tanto conociendo libros como yo. Precisamente fue en el colegio donde tuve acceso a una serie de libros que disfruté como una enana: El topo Timoteo. Recuerdo también con especial cariño otras dos sagas, aunque éstas son posteriores. Cómo olvidar a Los Cinco y sus aventuras o Las aventuras de Guillermo ¿Los habéis leído vosotros?

Pero, si echo la vista todavía más hacia atrás, tengo un pequeño hueco para las trastadas de El pequeño Nicolás de Rene Goscinny, las aventuras de Mini de Christine Nöstlinger, libros de Roald Dahl como Las brujas o historias como las que se contaban Janice Marriot en Operación Fuga de cerebros.

Por otro lado, haciendo este paseo al pasado me he dado cuenta que de pequeña leí a algunas escritoras con las que he vuelto a coincidir, literariamente hablando, en el presente. Es el caso de Ángeles Caso de quien leí El verano de Lucky; Carmen Posadas a la quien conocí con el libro de Dorilda o Kiwi; Elvira Lindo y su ya famoso Manolito Gafotas o Rosa Montero con Las aventuras de Bárbara, tres libros que me encantaron.

Y para terminar este repaso por las lecturas infantiles y la importancia que éstas tienen en la futura vida de un lector, os dejo con esta campaña de fomento a la lectura del Gobierno de hace algunos años. Porque, si algo está claro, si tú lees, ellos leen.

¿Qué libros marcaron vuestra infancia? ¿Cuál es el que recordáis con más cariño? ¡Contadme!